sábado, 1 de diciembre de 2012

El efecto Mozart


Se denomina "Efecto Mozart" a la serie de beneficios que produce el hecho de escuchar la música compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart.. Varios experimentos que se desarrollaron desde 1993, entre ellos el de la psicóloga estadounidense Frances Rauscher (quizá la encargada de difundir el hallazgo antes de que se popularizara) que fue publicado en la revista "Nature", hasta la actualidad arrojaron las siguientes bondades de escuchar música de Mozart:
  • El psicólogo, escritor y educador musical Don Campbell (uno de los defensores e investigadores de los resultados del efecto) propone que el niño, desde su etapa fetal, debe ser estimulado musicalmente por su madre. De este modo mejorará su crecimiento, su desarrollo intelectual, físico y emocional y su creatividad. Este efecto también sigue dando buenos resultados durante los primeros cinco años de vida, estímulo capaz de formar seres inteligentes pero además emocionalmente sanos.
  • Ayuda a desarrollar la inteligencia de los niños (para los niños entre 3 y 12 años representa una mejora en la capacidad de razonamiento)
  • Atenúa los efectos de algunas determinadas enfermedades como el Alzheimer.
  • Desarrollo de habilidades para la lectura y la escritura, del lenguaje verbal, de habilidades matemáticas, de la capacidad de recordar y memorizar.
El estudio que dio origen al término

En 1993, la psicóloga Frances Rauscher, de la Universidad de California y el neurobiólogo Gordon Shaw de la Universidad de Wisconsin describieron que la exposición de 36 estudiantes durante 10 minutos a la Sonata para dos pianos en re mayor K.448 (véase catálogo Köchel) tenía efectos positivos en las pruebas de razonamiento espacio temporal. Este efecto duraba supuestamente unos 10 minutos y el hallazgo fue publicado en 1993 en la revista Nature. Desde entonces, se han intentado repetir estos experimentos y nunca se ha llegado al mismo resultado.

Impacto cultural

Entre las distintas iniciativas posteriores basadas en la investigación sobre el efecto Mozart, tanto la industria musical como algunas escuelas privadas lo utilizó como una herramienta de marketing, y en [1998] el gobernador de [Georgia] regaló un casette o un CD de música clásica a cada madre primeriza que diera a luz en el estado. Lo mismo sucede en Dakota del Sur, Texas, y Tennessee. Otro regalo semejante, a todas las madres, hace la Academia Nacional Americana de las Artes y Ciencias. Y una reciente ley de Florida obliga que todos los niños con edades inferiores a cinco años escuchen en sus colegios 30 minutos diarios de música clásica. Uno de los investigadores del proyecto original comentó: «No creo que haga daño. Yo apoyo que los niños sean expuestos a experiencias culturales maravillosas. Pero creo que el dinero podría ser mejor invertido en los programas de educación musical.»
Frances Rauscher, la investigadora y profesora de psicología de la Universidad de Wisconsin-Oshkosh, que realizó el primer estudio experimental en 1993 se muestra molesta con el grado de explotación comercial del efecto Mozart y la orientación lucrativa que se le dio a sus investigaciones. En todas sus conferencias deja claro que no existe evidencia científica de que al escuchar algún tipo de música se incremente la inteligencia.

Estudios científicos sobre el Efecto Mozart

En 2003 la revista Nature publicó una investigación de la Universidad de California que reforzaba la idea concluyendo que solo diez minutos de una sonata para piano de Mozart bastaban para mejorar nuestro razonamiento espacial.
 En mayo de 2010 un equipo de científicos de la Universidad de Viena comprobó la influencia de la música de Mozart en 3.000 personas, y los resultados no registraron ningún incremento en la inteligencia de los sujetos que habían sido sometidos al experimento.
En uno de los últimos números de la revista JOURNAL OF THE ROYAL SOCIETY OF MEDICINE el Dr. J. S. Jenkins ha realizado una excelente recapitulación respecto al efecto Mozart. El efecto Mozart existe, pero hay que delimitarlo y estudiarlo con más profundidad. He aquí algunos hechos recientes:
  1. Usando ratas como animales de experimentación, tras escuchar la sonata K448, salieron más rápidamente de un laberinto que las expuestas a silencio o música minimalista.
  2. En cuanto a niños, tras 6 meses de clases de piano y aprender a tocar melodías simples (incluyendo a Mozart), mostraron mejores resultados en los tests espacio-temporales que otros niños que dedicaron el mismo tiempo a los ordenadores.
  3. No es la música de Mozart la única en producir esos efectos favorables. Algunas melodías contemporáneas también lo hacen, como ciertas composiciones del músico griego-americano Yanni, cuya música new age, analizada informáticamente, ha mostrado poseer una estructura similar a la de Mozart.
  4. Las técnicas tomográficas y otras han mostrado que el cerebro humano utiliza diversas zonas para procesar la música. El ritmo y el tono tienden a procesarse en el lado izquierdo; el timbre y la melodía en el derecho. Las zonas que corresponden a tareas espacio-temporales se superponen a las musicales, por lo que el profesor Jenkins afirma que «la audición musical podría estimular la activación de las zonas cerebrales relacionadas con el razonamiento espacial».
  5. El principal y más claro efecto Mozart, con la sonata K448, ha sido su gran acción disminuyendo la actividad epileptiforme en un gran número de pacientes con diversos grados de gravedad de episodios epilépticos.
  6. ¿Cuál es el componente mágico del efecto Mozart?. Los potentes análisis realizados informáticamente sobre la naturaleza de la música de varios compositores ha mostrado que la que posee propiedades sobre el razonamiento espacial o la epilepsia, como la de Mozart y Bach, posee una «periodicidad de largo plazo», que no tiene el resto de música sin efecto. Ello consiste en formas de ondas que se repiten regularmente, pero espaciadas.
  7. En algunos países europeos, como Gran Bretaña, una persona de cada 130 sufre epilepsia. Un estudio realizado sobre 39 pacientes con epilepsia severa, midiendo sus ondas cerebrales, reveló que la audición de la música de Mozart redujo significativamente la actividad epiléptica en 29 de ellos. En bastantes pacientes, la presencia de ondas epilépticas se redujo a la mitad de tiempo. Al interrumpir la música la mayoría de los efectos favorables disminuyeron.
  8. Lo más llamativo del efecto Mozart es la disminución de los episodios epilépticos. Para comprobar también si se dan consecuencias a largo plazo a una niña de 8 años que sufría episodios epilépticos durante el tiempo diario que estaba despierta se le hizo que escuchase la sonata K448 de Mozart durante 10 minutos cada hora. El número de episodios se redujo desde 9 en las primeras 4 horas.

 
 
 

sábado, 17 de noviembre de 2012

No al voto obligatorio en Argentina


No al voto obligatorio en Argentina. En los países más desarrolados del mundo, el voto es optativo, como debe ser por norma y derecho. No comprendo como gente inteligente acepta que los obliguen a votar, y más aún, algunos defienden esa "obligación" (nunca faltan los corderos custodiales del rebaño,  que alivian el trabajo del pastor). Nada debería ser obligatorio en esta vida, excepto tratar de ser una buena persona y ayudar a los demás...
 

Sufragio voluntario 


El voto voluntario es una practica en las democracias occidentales. El voto voluntario es la regla, y en el mundo el voto obligatorio es minoritario. La idea de que estas democracias, que incluyen a Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y docenas de otras, que el voto sea un derecho de las personas y no una obligación, como una forma de respetar las diferencias políticas de cada persona.
 
Países con sufragio voluntario

Países con sufragio obligatorio
Compare por usted mismo en que paises el voto es optativo y en que países es obligatorio, y saque sus conclusiones a partir de su propia sensibilidad e inteligencia.  Si no está conforme como marchan las cosas, la maneras más eficaz de manifestar esta disconformidad, es no votando y no pagando impuestos. No se debe alimentar al sistema que intenta esclavizarnos. Ya lo dijo José de San Martin "Seamos libres, que lo demás no importa nada"
Viva la revolución!, silenciosa, pacífica y evolucionada, como el ser humano del futuro...