lunes, 21 de diciembre de 2009

Beneficios del estudio y la práctica musical

Practicar música de forma habitual mejora las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta o la inteligencia espacial
La música es un creciente campo de investigación en la manera de entender los procesos mentales implicados en el comportamiento. Una investigación reciente asegura que la práctica musical se asocia con la plasticidad estructural y funcional del cerebro que, a su vez, confirma que éste puede ser modelado a través de la experiencia. Por este motivo, cada vez más especialistas recomiendan una formación musical para mejorar las habilidades lectoras y de escritura, sobre todo, en niños con dislexia.
Durante la última década se ha generalizado la investigación con músicos profesionales para el estudio de la plasticidad del cerebro. El motivo parece claro: para lograr una gran velocidad en los dedos, un músico necesita un gran entrenamiento mental. Un estudio realizado hace varios años ya concluía que un buen pianista o violinista pueden llegar a practicar 7.500 horas antes de cumplir 18 años. Los trabajos elaborados con este grupo parecen verificar los beneficios que experimenta la fisiología cerebral cuando se aprende a tocar un instrumento. Lutz Jäncke, profesor del Instituto Tecnológico de Zúrich (Suiza), ha recogido la mayor parte de los estudios realizados en la página web “Faculty of 1000″, donde más de 2.000 científicos relevantes opinan sobre la investigación científica principal.

Mejorar la inteligencia

Jäncke propone la música como terapia neuropsicológica, ya que mejora, sin duda, las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta o la inteligencia espacial (capacidad para percibir de forma detallada el mundo y formar imágenes mentales de los objetos). Esta última es fundamental para los pensamientos de la vida cotidiana, desde solucionar problemas matemáticos complejos hasta envolver el almuerzo diario.
Un estudio llevado a cabo con niños de seis años, a quienes se enseñó a tocar un instrumento durante 15 meses seguidos, demostró que, al final del entrenamiento musical, todos los menores experimentaron cambios en su anatomía cerebral. Las áreas usadas para procesar la música resultaron ser mayores y más activas. Publicado recientemente en la revista “Journal of Neuroscience”, es el primer estudio que se realiza sobre esta temática.
Las regiones afectadas empiezan a cambiar, incluso, a los pocos meses de iniciar el entrenamiento musical. Otra investigación canadiense de la Universidad McMaster, elaborada en 2006, señalaba que los cambios se comienzan a detectar a partir de los cuatro meses de enseñanza.

Terapia musical

Las regiones del cerebro implicadas en el procesamiento de la música también son necesarias para otras tareas, como la memoria o habilidades del lenguaje. Por tanto, “si la música tiene una fuerte influencia en la plasticidad del cerebro, es posible que este mismo efecto pueda utilizarse para mejorar el rendimiento cognitivo”, asegura Jäncke. Por este motivo, propone aprender a tocar un instrumento como terapia neurocognitiva. Uno de los estudios más importantes en este sentido lo realizó Teppo Sarkamo, neurólogo de la universidad de Helsinki, en 2008.
En él, intentó examinar si escuchar música a diario aumentaba las probabilidades de recuperar las funciones neurocognitivas y del estado de ánimo tras un accidente cerebrovascular (ictus). Los resultados mostraron una mejora significativa en la recuperación de la memoria verbal y de la capacidad de atención. También hubo una mejora sustancial del estado de ánimo. Según Jäncke, la música puede utilizarse como una herramienta no invasiva para terapias neurológicas. La formación musical, además, podría mejorar las habilidades lectoras y de escritura, más si se utiliza con niños disléxicos.

Puras ventajas

Además de los beneficios fisiológicos citados, la práctica de tocar mejora el estado anímico de los niños y su relación con los demás. Carolyn Phillips, directora ejecutiva de la Joven Sinfónica de Norwalk es autora de “Twelve Benefits of Music Education”, donde enumera las ventajas globales de la música. En el terreno individual, tocar un instrumento convierte a quien lo hace en una persona metódica que cuida los detalles (de lo contrario, no suena bien), planifica bien las tareas y tiene mucha capacidad de atención. Esta conducta puede trasladarse a la labor propia del estudiante, a quien se exige calidad y resultados.
La música es un medio de expresión, y una consecuencia de ello es una buena autoestima. Enseña a los jóvenes a vencer el miedo y asumir riesgos, aporta seguridad y autoconfianza. Si se forma parte de una orquesta o grupo, la práctica mejora el trabajo en equipo (para lograr un objetivo único) y la disciplina: para que una orquesta suene bien, el conjunto debe trabajar en armonía. Favorece el compromiso para aprender, asistir a los ensayos y practicar en casa.

Que dice la ciencia al respecto

Un reciente estudio ha comprobado que el ritmo musical, las melodías y la armonía musical estimulan varias áreas particulares del cerebro, lo cual sugiere que la música puede ser utilizada para ayudar en casos de problemas del habla y en varios tipos de problemas intelectuales vinculados a la vez con el cerebro y con los sonidos. Desde hace bastante tiempo los científicos están investigando de qué manera afectan la música y la armonía al desarrollo cerebral, especialmente en aquellas personas que estudian música y en las que se evidenciaron mayores interconexiones neuronales que en aquellas personas que son indiferentes a la música o que no estudian ningún instrumento musical.
“Definitivamente existe una biología de la música”, expreso recientemente el Dr. Mark Tramo de la Escuela de Medicina de la universidad de Harvard. “La música es biológicamente una parte de la vida humana tanto como lo artístico en si mismo es parte de la pasión humana.”, agrego. El Dr. Gottfried Schlaug del Centro medico Israelí de la ciudad de Boston ha reportado que el cerebelo es mas grande de lo normal en estudiantes masculinos de música clásica que en hombres que no estudian música.
El Dr. Schlaug ha utilizado equipos de resonancia magnética nuclear para comparar los cerebros de 32 instrumentistas clásicos diestros con los de otros 24 hombres también diestros que no tocaban ningún instrumento musical. El ha encontrado una diferencia del 5% en el volumen de sus cerebelos. “Encontrar evidencia como esta es muy importante. La estructura del cerebro parece adaptarse y predisponerse a la música. … Debe dejarse en claro que los músicos mencionados no han nacido con estas diferencias en comparación con las otras personas comparadas.”, aclaro en científico.
Una investigadora en neuropsiquiatría del Instituto de neurología McGill de Montreal, en Canadá, ha estudiado las respuestas emocionales a la música entre gente que ni estudia ni escucha habitualmente música. Los mapeos cerebrales mostraron que algunas partes definidas del cerebro responden especialmente a la música armónica pero no a los sonidos más brutos, vinculados a los ruidos fuertes e inarmónicos. Cuando, en el estudio mencionado, se pasaba de música placentera y armoniosa a música menos placentera y más ruidosa, las áreas mencionadas dejaban de mostrar actividad para pasar a mostrar actividad una área específica del cerebro llamada “parahipocampal Gyrus”; que es una región cerebral fuertemente asociada a la memoria, en la que, por ejemplo, se pueden observar grandes asimetrías en casos de esquizofrenia aguda.
En resumen, no caben dudas que la música puede ayudar a moldear adecuadamente nuestros cerebros. Solo es cuestión de practicarla y disfrutarla.

martes, 15 de diciembre de 2009

Actividad cerebral e improvisación en el jazz

Dado que estamos organizando talleres para aprender improvisación para alumnos y estudiantes de todos los instrumentos, me pareció una buena idea comentar un poco mas profundamente que es y de donde viene la improvisación en la música.
De todos los estilos musicales que se conocen, probablemente el jazz sea el que más culto le rinde a la improvisación, tanto grupal como colectiva. Pero no hay que olvidarse que la historia dice que muchos musicos y compositores clásicos como Johan Sebastian Bach (el en especial, aunque no ha sido el unico), han sido grandes improvisadores (a pesar que en la actualidad en la musica clásica no se improvise demasiado).
Volviendo al jazz, en el café Lighthouse en Hermosa Beach (California), el gran trompetista Lee Morgan y su banda dieron una serie de conciertos en 1970, justo un par de años antes de que Morgan fuera asesinado por su novia. En uno de ellos interpretaron el tema "Absolutions", y durante más de 22 minutos estos músicos de jazz improvisaron hermosos pasajes hipnóticos para delicia de los amantes de este tipo de música que allí había. Normalmente ocurre, y en especial con el jazz en vivo, que hay temas en los que obviamente se sabe cuando empiezan pero no cuando terminarán. La improvisación es una de las esencias del jazz y en ella se unen la espontaneidad y la creatividad.
Estudiar algo tan volátil como la creatividad artística no es fácil para la ciencia, pero al fin y al cabo ésta es un producto del cerebro humano, y éste puede ser estudiado en el presente gracias a la moderna tecnología. Unos científicos del John Hopkins Institute han descubriendo que cuando los músicos de jazz improvisan desactivan las regiones cerebrales relacionadas con la inhibición y autocensura, dejando que la autoexpresión fluya. Charles J. Limb, uno de los investigadores implicados, afirma que cuando los músicos de jazz improvisan, generalmente con los ojos cerrados, lo hacen en un estilo que trasciende las reglas tradicionales de la melodía y ritmo generando una música que no ha sido interpretada con anterioridad que es completamente espontánea.
Aunque recientes estudios se han concentrado en entender qué partes del cerebro están activas durante la audición de música, pocos había que hubieran estudiado la actividad del cerebro de quien espontáneamente crea e interpreta música. Limb y sus colaboradores trazaron un plan para hacerlo utilizando resonancia magnética nuclear. Esta permite ver qué áreas cerebrales están más activas en el cerebro en un momento dado. Reclutaron a seis pianistas académicamente formados en jazz como voluntarios para los experimentos. Otros voluntarios que aprendieron de oído en la comunidad de jazzística también participaron.
Para el estudio se valieron de un teclado musical especialmente diseñado. Los sistema de imagen por resonancia magnética nuclear usan potentes imanes y la presencia de objetos metálicos en las cercanías es peligrosa. Por eso se creó un teclado especial que no contuviera piezas metálicas que fueran atraídas magnéticamente por el aparato. También se creó unos auriculares especiales para que los músicos pudieran escuchar lo que interpretaban.
A los voluntarios se les pidió realizar varios ejercicios. En el primero se les pedía memorizar una secuencia de notas y escalas, y se les proporcionó el sonido de un metrónomo como guía mientras tocaban. En el segundo ejercicio se les pedía que improvisaran al ritmo de un metrónomo y en una clave determinada. En el tercer ejercicio se les pidió que tocaran una canción determinada que tenían que memorizar con anterioridad mientras que una grabación de un cuarteto de jazz sonaba como fondo. En el último ejercicio se les pidió que improvisaran según esa misma música de fondo.
Durante todos los ejercicios el sistema de imagen de resonancia magnética nuclear funcional (RMNF) exploraba la actividad de sus cerebros.Los científicos analizaron después los datos proporcionados por el sistema de RMNF. Como las áreas cerebrales activadas durante la memorización tienden a estar activas durante la interpretación se sustrajeron las imágenes correspondientes, quedando sólo las áreas activas debidas a la improvisación. El patrón cerebral durante las improvisaciones solicitadas era muy similar en todos los casos.Encontraron que una región cerebral conocida como córtex prefrontal dorsolateral, región frontal del cerebro que se extiende a los lados, mostró una actividad muy baja durante la improvisación. Esta región cerebral está relacionada con la planificación de acciones y la autocensura. Así por ejemplo, esta región está activa durante una entrevista de trabajo para poder escoger las palabras adecuadas durante la misma. Desactivar esta región produce menos inhibiciones.
Los investigadores vieron además un aumento de la actividad del área del córtex prefrontal situado justo en el centro del lóbulo frontal del cerebro. Se ha asociado tradicionalmente esta región con la autoexpresión y actividades relativas a la individualidad, como cuando se cuentan historias sobre uno mismo.Según Limb el jazz es frecuentemente descrito como una forma de arte extremadamente individualista. Cree que lo que pasa cuando eres músico de jazz e interpretas es que estás contando tu propia historia en forma musical y desactivas los impulsos que pueden entorpecer el flujo de ideas novedosas.
Limb sugiere que este tipo de actividad cerebral podría darse también en otro tipo de comportamientos de improvisación como parte integral de la vida de los artistas y no artistas. Pone como ejemplo el caso de cuando la gente improvisa palabras en una conversación o improvisa soluciones a un problema. Añade que "sin este tipo de creatividad, los humanos no hubieran avanzado como especie. Esto es una parte integral de lo que somos."Estos mismos investigadores planean usar técnicas similares para ver si les ocurre lo mismo a otros artistas como poetas o pintores, así como a los no artistas.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Taller de improvisación y blues en Mar del Plata

A partir del mes de diciembre del año 2009 comenzará un taller de improvisación y blues abierto para músicos y estudiantes de todos los instrumentos. El mismo está orientado para todos los ejecutantes que quieran aprender a improvisar o mejorar sus habilidades, y si bien está orientado hacia el blues y el rock, es útil para músicos y estudiantes de cualquier estilo, ya que se tratan de manera práctica temas como acordes, escalas, tempo, swing, y fraseo, que son conceptos aplicables para cualquier género e instrumento.
También recordamos que paralelas a las clases de improvisación, continúan dictándose las clases de guitarra, para todos los niveles y estilos. tanto para quienes quieren aprender guitarra desde cero, como para los que ya tocan y quieren mejorar su técnica o sus habilidades. Para todos los músicos y estudiantes de Mar del Plata. Los interesados pueden comunicarse al tel (0223) 155-734699 o al mail sergiac@hotmail.com

domingo, 6 de diciembre de 2009

Historia de la guitarra española

Curiosidades de la guitarra

En este post enumeré una cantidad de pequeñas curiosidades muy interesantes sobre la historia de la guitarra. Recomendable para todos los guitarristas, estudiantes, amantes de la musica y de la historia en general.
  1. · La obra Tres Libros de Música en Cifras para Vihuela, publicada en Sevilla en 1546, de Alonso Mudarra (1510 ? - 1580) es el primer libro que contiene música para guitarra (guitarra de cuatro órdenes).
  2. · Las cuerdas de Nylon aparecen en 1946, para reemplazar a las cuerdas de tripa. Su inventor fué Andres Segovia.
  3. · Antonio Stradivarius (1644 - 1737), el célebre luthier de Cremona no sólo confeccionó violines, también hizo arpas, cítaras y guitarras. Hoy en día sobreviven dos guitarras de él.
  4. · Los trastes de la mayoría de los instrumentos predecesores a la guitarra estaban fabricados de tripa y eran amarrados al mástil a lo largo del diapasón.
  5. · Luis XIV, rey de Francia, tocaba la guitarra que era su instrumento favorito.
  6. · El compositor y guitarrista italiano Francisco Corbetta (1615 - 1681) fue uno de los primeros en escribir suites barrocas. Estas suites consistían de una allmanda, corrente y sarabanda; aunque, sin embargo, no las denominó "Suites", las agrupaba y aclaraba que debían ser tocadas juntas.
  7. · El padre Basilio, fray Miguel García, fue el primer músico en escribir música para guitarra en la notación musical moderna, alrededor de 1760.
  8. · El luthier Antonio Torres Jurado (1817 - 1892) es el responsable de desarrollar la guitarra moderna, tal como la conocemos en nuestros tiempos.
  9. · El guitarrista y compositor español Dionisio Aguado (1784 -1849) fue quien introdujo el uso de un banquillo donde se apoya el pie izquierdo para soportar al instrumento cuando se toca en posición sentada.
  10. · Se cree que el guitarrista ruso Simeon N. Aksenow (1773 - 1853) fue el que descubrió los sonidos armónicos en la guitarra.
  11. · "Diferencias sobre Guardame las Vacas" (1538), de Luis de Narváez (1510 - 1555), contenida en: Los seys libros del Delphin de música es el primer ejemplo de música impresa con tema y variaciones.
  12. · Niccolò Paganini (1782-1840) escribió más de 200 obras que involucran a la guitarra; escribió casi la misma cantidad de piezas para violín.
  13. · El nombre completo de Carulli (1792 - 1853), compositor y guitarrista italiano, era: Ferdinando Maria Meinrado Francesco Pascale Rosario Carulli.
  14. · El General San Martín, fue alumno de Fernando Sor.
  15. · Johann Sebastian Bach (1685 - 1750), nos legó 7 obras para laúd, entre ellas 4 Suites para Laúd Solo, que hoy en día son tocadas por grandes guitarristas.
  16. · El gran compositor del famoso concierto de Aranjuez, Joaquín Rodrigo, era ciego desde los 3 años a causa de una epidemia de difteria.
  17. · El gran Concierto de Aranjuez para guitarra y orquesta, estrenado en 1940 por el guitarrista Regino Sáinz de la Maza, es la obra clásica más vendida por las tiendas discográficas en el siglo XX y a la cual se han hecho más adaptaciones y arreglos para ser interpretado en instrumentos como arpa e incluso en estilo pop y jazz. Sin embargo, no cabe la menor duda que el concierto es bello tal como lo concibió su autor.
  18. · La palabra fuga aparece por primera vez en un libro de música práctica: Libro de música de vihuela intitulado Silva de Sirenas (Valladolid, 1547), del vihuelista español Enríquez Valderrábano (1500 - 1557?).
  19. · Heitor Villa-Lobos (1887 - 1959), además de ser un brillante compositor para guitarra del siglo XX, fue el compositor más prolífico de todos los tiempos. Su producción musical se compara en número a la obra de Lope de Vega en literatura.
  20. · Franz Schubert (1797 - 1828) componía en una guitarra ya que era tan pobre que no podía disponer de un piano.
  21. · Grandes compositores como Carl María Von Weber (1786 - 1826), Gioacchino Rossini (1792 - 1868), Héctor Berlioz (1803 - 1869), Richard Wagner (1813 - 1883), Giuseppe Verdi (1813 - 1901), tocaron y compusieron música para guitarra.
  22. · Las transcripciones de Tárrega y la dedicación de Andrés Segovia y Miguel Llobet a la guitarra suscitaron a grandes compositores a componer para guitarra; compositores como: Mario Catelnuovo-Tedesco, Manuel de Falla, Joaquín Turina, Manuel Ponce, Heitor Villa-Lobos, Federico Moreno Torroba, Juan Manén, Alfredo Casella, Albert Roussel, Alfonso Broqua y otros.
  23. · Isaac Albéniz al escuchar sus propias composiciones transcritas en guitarra por Tárrega, decía que eran superiores a las versiones de él para piano.
  24. · Agustín Barrios (1885 - 1944) fue el primer guitarrista en grabar música para guitarra de forma comercial en discos de 78 r.p.m. el año 1909.
  25. · La popular melodía Romance Anónimo o Romance d'Amor también conocida como Jeux Interdits que siempre se la asocia con España, no es española ni escrita por ningún compositor español. Es una antigua canción popular ucraniana.
  26. · El compositor francés Charles Doisy escribió nada más y nada menos que 50 variaciones para guitarra sobre el tema Folies d'Espagne; también Fernando Sor, Mauro Guiliani, Manuel Ponce y Gaspar Sanz escribieron variaciones sobre este tema para guitarra. Parece que este tema ha interesado a muchos compositores, a pesar que consista de sólo 5 notas; otros compositores como Frescobaldi, Corelli, Vivaldi, Domenico Scarlatti, Bach, Gretry, Cherubini, Liszt y Rachmaninoff también escribieron variaciones sobre este tema.
  27. · El guitarrista Francisco Guerau en su libro Poema harmónico compuesto de varias cifres por el temple de la Guitarra Española, publicado en 1694, tiene instrucciones de como utilizar la barra con el dedo índice de la mano izquierda.
  28. · Agustín Barrios fue el primer guitarrista en incluir en sus conciertos, una transcripción de una Suite para Laúd de Bach.
  29. · La primera guitarra de Fernando Sor la construyó el luthier Juan Matabosch, que trabajó en Barcelona, España.
  30. · El compositor ruso Andres O. Sichra (1772 - 1861) realizó 75 composiciones para una guitarra de 7 cuerdas.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Musicoterapia

La musicoterapia es el uso de la música y/o sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) realizada por un musicoterapeuta cualificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. La musicoterapia tiene como fin desarrollar potenciales y/o restaurar las funciones del individuo de manera tal que éste pueda lograr una mejor integración intra y/o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento.
Actualmente la musicoterapia como disciplina de Salud se ha extendido alrededor del mundo. Hasta la actualidad, se han desarrollado carreras de grado y post-grado en: Europa (Alemania, Austria, Dinamarca, Italia, Francia, Hungría, Polonia, Reino Unido, España e Israel); Asia y Oceanía (Korea, Taiwan, Finlandia y Australia) y el Continente Americano (Estados Unidos, Canadá, Brasil, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Uruguay, Perú, Argentina, México y Chile)
La musicoterapia se desarrolla profesionalmente tanto en el ámbito público como privado, en abordajes tanto grupales como individuales. Las metodologías de trabajo varían de acuerdo a la población y a las escuelas y constructos teóricos que fundamenten el quehacer del musicoterapeuta.

¿Qué hace un musicoterapeuta?

“El musicoterapeuta es un profesional con unos conocimientos y una identidad tanto en el ámbito musical como en el terapéutico, y que integra todas sus competencias desde la disciplina de la Musicoterapia, para establecer una relación de ayuda socio-afectiva mediante actividades musicales en un encuadre adecuado, con el fin de promover y/o reestablecer la salud de las personas con las que trabaja, satisfaciendo sus necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas y promoviendo cambios significativos en ellos”. (De K. Bruscia, 1997, Definiendo Musicoterapia, Amarú Ediciones Salamanca).
Un musicoterapeuta implementa dispositivos específicos para la admisión, el seguimiento y el alta en un tratamiento musicoterapéutico. El bienestar emocional, la salud física, la interacción social, las habilidades comunicacionales y la capacidad cognitiva son evaluados y considerados a través de procedimientos específicos, como la improvisación musical clínica, la imaginería musical receptiva, la creación clínica de canciones y la técnica vocal terapéutica, entre otros. En ese proceso, el musicoterapeuta promueve y registra cambios expresivos, receptivos y relacionales que dan cuenta de la evolución del tratamiento. En las sesiones de musicoterapia, se emplean instrumentos musicales, música editada, grabaciones, sonidos corporales, la voz y otros materiales sonoros.
La musicoterapia no considera que la música por si misma puede curar; no existen recetas musicales generales para sentirse mejor.

Los efectos de la música en la conducta

La influencia de cada uno de los elementos de la música en la mayoría de los individuos es la siguiente:

Tempo: los tempos lentos, entre 60 y 80 pulsos por minuto, suscita impresiones de dignidad, de calma, de sentimentalismo, serenidad, ternura y tristeza. Los tempos rápidos de 100 a 150 pulsos por minuto, suscitan impresiones alegres, excitantes y vigorosas.

Ritmo: los ritmos lentos inducen a la paz y a la serenidad, y los rápidos suelen producir la activación motora y la necesidad de exteriorizar sentimientos, aunque también pueden provocar situaciones de estrés.

Armonía: es cuando suenan varios sonidos a la vez. A todo el conjunto se le llama acorde. Los acordes consonantes están asociados al equilibrio, el reposo y la alegría. Los acordes disonantes se asocian a la inquietud, el deseo, la preocupación y la agitación.

Tonalidad: los modos mayores suelen ser alegres, vivos y graciosos, provocando la extroversión de los individuos. Los modos menores presentan unas connotaciones diferentes en su expresión e influencia. Evocan el intimismo, la melancolía y el sentimentalismo, favoreciendo la introversión del individuo.

La altura: las notas agudas actúan frecuentemente sobre el sistema nervioso provocando una actitud de alerta y aumento de los reflejos. También ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio. El oído es sensible a las notas muy agudas, de forma que si son muy intensas y prolongadas pueden dañarlo e incluso provocar el descontrol del sistema nervioso. Los sonidos graves suelen producir efectos sombríos, una visión pesimista o una tranquilidad extrema.

La intensidad: es uno de los elementos de la música que influyen en el comportamiento. Así, un sonido o música tranquilizante puede irritar si el volumen es mayor que lo que la persona puede soportar.

La instrumentación: los instrumentos de cuerda suelen evocar el sentimiento por su sonoridad expresiva y penetrante. Mientras los instrumentos de viento destacan por su poder alegre y vivo, dando a las composiciones un carácter brillante, solemne, majestuoso. Los instrumentos de percusión se caracterizan por su poder rítmico, liberador y que incita a la acción y el movimiento.

¿En que consiste una sesión de musicoterapia?

Normalmente no hay reglas fijas, ya que el terapeuta trabaja con libertad, de acuerdo a la patología o sintomatología presentada por el paciente, siempre usando la música como herramienta principal de trabajo, pero en líneas generales, podemos decir que una sesión de musicoterapia se compone de la siguiente manera:

A) Para comenzar la sesión, por lo general se inicia con una serie de ejercicios respiratorios de Chi Kung, con el objetivo de armonizar el cuerpo y la mente.
B) Luego, ya relajados y enfocados, se acostumbra a hacer una escucha dirigida, donde el terapeuta suele elegir una música acorde a las necesidades, físicas y emocionales del paciente, para ser escuchada en estado de relajación.
C) Seguido a la escucha, se comienza con el nudo central de la sesión, que es la parte de ejecución musical propiamente dicha, donde el paciente y el terapeuta comparten juntos la experiencia de hacer música. Para esto se utilizan diversas herramientas e instrumentos, como pueden ser por ejemplo instrumentos rítmicos, guitarra, canto, etc.
D) Para finalizar, el terapeuta y el paciente, realizan una práctica respiratoria en posición estática, de pie, cuyo objetivo es lograr una relajación y calma profunda, para que nuestro inconsciente y nuestro cuerpo puedan incorporar e integrar todos los elementos trabajados en la sesión.

domingo, 31 de mayo de 2009

Historia del blues (parte 2)

Continuando con el post anterior, describiremos aquí como el blues llego a evolucionar de ser simplemente un estilo, a un género musical hecho y derecho, con autores y cánones propios que hoy día se estudian y enseñan de manera académica.
La frase "the blues" hace referencia a los blue devils (espíritus caídos), la depresión y la tristeza. Una de las primeras referencias a the blues puede encontrarse en la farsa Blue Devils, a farce in one act (1798)[1] de George Colman. Posteriormente, durante el siglo XIX, esta frase fue usada eufemísticamente para hacer referencia al delirium trémens y a la policía.
A pesar de que la frase, en la música afroamericana, pueda tener un significado más antiguo se atestiguó que en 1912, en Memphis (Tennessee) el músico W. C. Handy ya utilizaba (en su tema Memphis Blues[2] [3] ) el término the blues para referirse a un estado de ánimo depresivo.[4]
Los géneros asociados al blues comparten un pequeño número de características similares, debido a que este género musical adopta su forma de las características personales de cada artista que lo interpreta.[5] Sin embargo, existen una serie de características que estaban presentes mucho antes de la creación del blues moderno.
Una de las primeras formas de música conocida que guarda similitud con el blues, se corresponde con los gritos de llamada y respuesta, los cuales se definieron como «expresiones funcionales de un estilo con acompañamiento o armonía y alejados de la formalidad de cualquier estructura musical».[6] Una forma de este estilo pre-blues se pudo escuchar en los lamentos, o gritos de campo de esclavos, los cuales tomaron la forma de «canciones de un sólo intérprete con contenido emocional».[7] El blues, hoy en día, se puede definir como un género musical basado tanto en una estructura armónica europea como en la tradición de llamada y respuesta del África occidental y transformado en una interacción entre voz y guitarra.[8]
Muchos de los elementos del blues, como el patrón de llamada y respuesta y la utilización de las notas de blues, pueden encontrarse en las raíces de la música africana; Sylviane Diouf señala algunas características determinantes del blues, como son el uso de melismas y una entonación nasal, que pueden sugerir la conexión entre la música del África Occidental y el blues.[9] El etnomusicólogo Gerhard Kubik puede que haya sido el primero en afirmar que ciertos elementos del blues tienen sus raíces en la música islámica de la parte central y occidental de África.

Los instrumentos de cuerda (los preferidos por los esclavos procedentes de las regiones musulmanas de África), estaban generalmente permitidos ya que los dueños de los esclavos consideraban que dichos instrumentos se asemejaban a otros instrumentos europeos, como el violín. Debido a ello, aquellos esclavos que eran capaces de tocar un banjo, u otro instrumento de cuerda, podían hacerlo con mayor libertad. Este tipo de música solitaria de esclavo muestra elementos de un estilo árabe-islámico basado en la huella que el Islam ha impreso durante siglos en África Occidental
Gehard Kubik
[10]

Kubik también apuntó que la técnica Misisipi de tocar la guitarra, mediante una cuchilla afilada (utilizada por W. C. Handy), corresponde a un tipo de técnica musical similar usada en ciertas culturas del África central y occidental. El diddley bow —el cual se piensa que fue muy común en todo el sur del continente americano durante los primeros años del siglo XX—, es una derivación de un instrumento africano, el cual es muy probable que ayudara en la transferencia de técnicas en los primeros comienzos del blues.
La música blues adoptó más adelante elementos del ethiopian airs, minstrel shows y espirituales negros, incluyendo instrumentación y acompañamiento armónico.[11] El género también está relacionado con el ragtime, el cual se desarrolló por la misma época, aunque el blues «preservó mejor los patrones melódicos de la música africana».[12]
Canciones blues de este período, como las de Leadbelly o las de Henry Thomas muestran una amplia variedad de estructuras, convirtiéndose en las más habituales las formas musicales de doce, ocho o dieciséis compases, basadas en los acordes tónicos, subdominantes y dominantes.[13] Las raíces de la que hoy en día se conoce como la estructura blues de doce compases, están documentadas en la historia oral y en las partituras de las comunidades afroamericanas que habitaban las regiones del bajo Misisipi, en la calle Beale de Memphis y en las bandas blancas de Nueva Orleans.
La forma original de las letras de blues consistió, probablemente, en una única línea repetida tres veces. Más adelante, la estructura actual, basada en una única repetición de una línea seguida por una línea final, se convirtió en estándar.[14] Estas líneas solían ser cantadas siguiendo un patrón más cercano a una conversación rítmica que a una melodía.
Los primeros blues, con frecuencia, tomaban la forma de una narración la cual solía transmitir mediante la voz del cantante sus penas personales en un mundo de cruda realidad: «un amor perdido, la crueldad de los agentes de policía, la opresión de los blancos y los tiempos difíciles».[15] Gran parte de los blues más antiguos contienen letras más realistas a diferencia de la mayoría de la música popular que se grababa por aquellos tiempos; por ejemplo, la canción Down in the Alley de Memphis Minnie, trata sobre una prostituta que mantiene relaciones sexuales con un hombre en un callejón.
Este tipo de música se denominó gut-bucket blues, un término que hacia referencia a un instrumento musical casero (con forma de bajo) fabricado a partir de un cubo de metal el cual era utilizado para limpiar los intestinos de los cerdos para preparar chinchulín (un tipo de comida que se asociaba con la esclavitud). Los blues gut-bucket solían ser depresivos y trataban acerca de las relaciones ásperas y difíciles, de la mala suerte y de los malos tiempos; debido a este tipo de canciones, y a las calles donde se interpretaban, la música blues adquirió mala reputación, llegando a ser criticada por predicadores y feligreses.
A pesar de que el blues solía asociarse con miseria y opresión, también puede adquirir tintes cómicos o humorísticos, y en muchos casos, connotaciones sexuales:

Rebecca, Rebecca, get your big legs off of me,
Rebecca, Rebecca, get your big legs off of me,
It may be sending you baby, but it's worrying the hell out of me.

Rebecca, Rebecca, quítame tus piernazas de encima,
Rebecca, Rebecca, quítame tus piernazas de encima,
Puede estar poniéndote, nena, pero me está preocupando una barbaridad.

El autor Ed Morales afirma que la mitología yorubá jugó un papel importante en los primeros blues, citando el tema Cross Road Blues del músico Robert Johnson como una «referencia finamente velada a Eleguá, la orishá encargada de los caminos».[16] Sin embargo, algunos artistas prolíficos de blues, como Son House o Skip James tuvieron en su repertorio varias canciones religiosas cristianas o de estilo espirituales. Reverend Gary Davis y Blind Willie Johnson son algunos ejemplos de artistas que suelen categorizarse por su música como músicos de blues, a pesar de que las letras de sus canciones corresponden claramente a espirituales.
Durante las primeras décadas del siglo XX, la música blues no estaba claramente definida en términos de progresión de acordes. Había una gran cantidad de temas blues que utilizaban una estructura de ocho compases, como How Long Blues, Trouble in Mind, y Key to the Highway del músico Big Bill Broonzy. También se podían encontrar temas blues con estructura de dieciséis compases, como en el tema instrumental de Ray Charles Sweet 16 Bars y en el de Herbie Hancock Watermelon Man. También podían encontrarse estructuras de compases menos frecuentes, como la progresión de nueve compases del tema de Howlin' Wolf Sitting on Top of the World. El desarrollo básico de una composición blues de doce compases se refleja en el estándar de progresión armónica de doce compases, en un compás de 4/4 o (raramente) en un compás de 2/4. Los temas blues lentos suelen tocarse en un compás de 12/8 (4 pulsos por compás, con 3 subdivisiones por cada pulso).
Hacia los años treinta, el blues con una estructura de doce compases se estandarizó. Los acordes blues asociados a una estructura blues de doce compases suelen estar compuestos normalmente por tres acordes distintos, los cuales son tocados a través de un esquema de doce compases.
Las letras de los temas blues generalmente terminan en el último golpe del décimo compás o en el primer golpe del undécimo compás, siendo los dos últimos compases un momento de ruptura instrumental; la armonía de estos compases de ruptura, el turnaround, puede ser extremadamente compleja, consistiendo algunas veces en notas sueltas que modifican el análisis del tema por completo. El golpe final, al contrario que los anteriores, suele estar casi siempre posicionado firmemente en la séptima dominante, para proveer de tensión al siguiente verso del tema.
Melódicamente, la música blues está marcada por el uso de terceras, quintas y séptimas disminuidas (las llamadas notas de blues) de la escala mayor correspondiente.[17] Estos tonos de las escalas pueden reemplazar los tonos naturales de las escalas o añadirse a las mismas escalas, como es el caso de la escala pentatónica menor de blues, donde las terceras reemplazan a las terceras naturales, las séptimas a las séptimas naturales y las quintas se añaden entre las cuartas y las quintas naturales. Mientras que la progresión armónica de la estructura de doce compases ha sido utilizada durante siglos, uno de los aspectos más revolucionarios del blues fue el uso frecuente de las terceras, las séptimas e incluso de las quintas en la melodía, junto con el crushing (tocar dos notas adyacentes al mismo tiempo, por ejemplo como las segundas disminuidas) y el sliding (similar a las notas de adorno).[18]
Mientras que un músico clásico suele tocar una nota de adorno distintivamente, un cantante de blues, o un armonicista, tocará glissando, «golpeando las dos notas para soltar a continuación la “nota de adorno”». En las progresiones de acordes del blues, los acordes tónicos, subdominantes y dominantes suelen tocarse como séptimas dominantes, siendo la séptima menor un componente importante de la escala. El blues suele tocarse ocasionalmente en una escala menor, diferenciándose ésta de la escala menor tradicional en el uso ocasional de la quinta en la tónica (cantada por el músico o por el instrumentista principal con la quinta justa en la armonía).
El tema de Big Mama Thornton Ball and Chain, interpretado por Janis Joplin acompañada por Big Brother and the Holding Company, muestra un ejemplo de esta técnica.
El blues en escalas menores suele estar estructurado en dieciséis compases en vez de doce, al estilo del género musical gospel, como puede comprobarse en el tema St. James Infirmary Blues y en el tema de Trixie Smith My Man Rocks Me.
Algunas veces, se utiliza una escala dórica para los blues de escalas menores, siendo la nota menor la tercera y séptima pero la mayor correspondiendo a la sexta.
Los shuffles de blues refuerzan el rítmo y el patrón de llamada y respuesta, formando un efecto repetitivo denominado groove. Los shuffles más simples, ampliamente utilizados en el blues eléctrico, el rock and roll o en el bepop inicial de post-guerra, consistían en un riff de tres notas de las cuerdas graves de la guitarra; el efecto groove se creaba cuando se interpretaba este riff con el bajo y la batería. Así mismo, el walking bass era otro dispositivo que permitía crear efectos groove.
El ritmo shuffle suele vocalizarse como «dow, da dow, da dow, da» o «dump, da dump, da dump, da»[19] y consiste en ocho notas. Un ejemplo de esto puede encontrarse en la siguiente tablatura que muestra los primeros cuatro compases de una progresión blues en mi:[20] [21]
El blues en el jazz difiere en gran medida del blues en otro tipo de géneros musicales (como el rock and roll, el rhythm and blues, el soul o el funk). El jazz blues suele tocarse en el acorde V a través de los compases 9 y 10, enfatizando la estructura tónica del blues tradicional (resolución tónica sobre el subdominante). Esta cadencia final de acordes V-I conlleva por sí misma un gran número de variaciones, siendo la más básica de ellas la progresión de acordes ii-V-I en los compases 9, 10 y 11. A partir de este punto, la aproximación dominante (acordes ii-V) y la resolución (acorde I) pueden alterarse y sustituirse casi indefinidamente, incluyendo por ejemplo la omisión completa del acorde I (compases 9-12: ii V iii, iv ii, V ). En este caso, los compases 11 y 12 funcionan como una extensión del turn-around para el siguiente coro.
El blues ha evolucionado de una música vocal sin acompañamiento, interpretada por trabajadores negros pobres, a una gran variedad de subgéneros y estilos, con variedades regionales a lo largo de todo Estados Unidos y, posteriormente, de Europa y África. Las estructuras musicales y los estilos que están considerados hoy día como el blues, así como en la música country moderna, nacieron en las mismas regiones del sur de Estados Unidos durante el siglo XIX. Pueden encontrarse grabaciones de blues y de country que se remontan a los años veinte, periodo en el que la industria discográfica creó categorías de marketing denominadas «música racial» y «música hillbilly» para vender canciones a los negros y a los blancos, respectivamente.
En aquel periodo, no existía una distinción musical clara entre los géneros blues y country, excepto por la raza del intérprete e incluso en determinadas ocasiones este detalle solía estar documentado incorrectamente por las compañías discográficas.[22]
Mientras que el blues emergía de la cultura afroamericana, algunos músicos de blues ya eran conocidos a nivel mundial. Algunos estudios sitúan el origen del espiritual negro en la exposición que tuvieron los esclavos al gospel, (originario de las Hébridas) de sus amos. El economista e historiador afroamericano Thomas Sowell indica que la población sureña, negra y ex-esclava se disgregó entre sus vecinos redneck escoceses/irlandeses. Sin embargo, los descubrimientos de Kubik y otros estudiosos muestran claramente la esencia africana de muchos aspectos vitales en la expresión del blues.
Los motivos sociales y económicos del inicio del blues no se conocen en su totalidad.[23] La primera aparición del blues no está bien definida y suele datarse entre 1870 y 1900, en un periodo que coincide con la emancipación de los esclavos y la transición de la esclavitud hacia la agricultura a pequeña escala en el sur de Estados Unidos. Paul Oliver cita un texto de Charlotte Forten, de 1862, en el que ya habla de blues como estado de ánimo y de cómo algunas work songs se cantaban de forma especial, para superar los blues. [24]
Algunos investigadores asocian el desarrollo del blues en los primeros años del siglo XX como un movimiento desde un grupo de interpretaciones hacia un género más individualizado, argumentando que el desarrollo del blues está asociado con la nueva condición de libertad de los esclavos. Según Lawrence Levine[25] había una relación directa entre el énfasis ideológico nacional sobre el individuo, la popularidad de las enseñanzas de Booker T. Washington y el auge del blues». Levine indica que «psicológicamente, socialmente y económicamente, los negros fueron disgregados culturalmente de tal manera que hubiera sido imposible durante la esclavitud, y es sorprendentemente complicado que su música secular reflejara este hecho al igual que hizo su música religiosa».

jueves, 28 de mayo de 2009

Historia del blues

En esta serie de post, nos dedicaremos a contar con lujo de detalles la historia completa del blues. En los últimos años ha habido una especie de “revival” de este estilo musical y a través de ello, ocurrió que un género que antes era solo para iniciados, se hiciera accesible para el gran público sin perder su carácter misterioso, esotérico y sobre todo esencial. Frecuentemente observo, en especial a través de algunos alumnos, que los músicos más jóvenes ignoran la importancia e influencia de este género, no solo sobre el rock y todos sus estilos derivados, sino también sobre toda la música del siglo 20 (y del 21, por lo que se vislumbra hasta ahora). Es posible encontrar las clásicas estructuras armónicas del blues en artistas de una gama tan diversa que van desde Bob Dylan, hasta bandas metaleras, pasando por cantantes y grupos de pop, reagge, y de innumerables otros estilos de música. Tuve un alumno al que le gustaba el rock pesado y el metal, pero odiaba visceralmente al blues. Incluso me dijo que admiraba a Pappo, y que Riff le encantaba, aunque detestaba a Pappo´s Blues. Todo esto es absurdo, y para que los músicos de rock más jóvenes conozcan exactamente de donde proviene y cuál es la esencia la música que tocan, va esta serie de post. Comenzaremos definiendo el blues de manera enciclopédica. Tal como dice en Wikipedia, el blues (literalmente en español azules, cuyo significado es tristeza) es un género musical vocal e instrumental, basado en la utilización de notas de blues y de un patrón repetitivo, que suele seguir una estructura de doce compases. Originario de las comunidades afroamericanas de Estados Unidos, se desarrolló a través de los espirituales, canciones de oración, canciones de trabajo, rimas inglesas, baladas escocesas e irlandesas narradas y gritos de campo. La utilización de las notas del blues y la importancia de los patrones de llamada y respuesta, tanto en la música como en las letras, son indicativos de la herencia africana-occidental de este género. Un rasgo característico del blues es el uso extensivo de las técnicas "expresivas" de la guitarra (bend, vibrato, slide), que posteriormente influirían en solos de estilos como el rock. El blues influyó en la música popular estadounidense y occidental en general, llegando a formar parte de géneros musicales como el ragtime, jazz, bluegrass, rhythm and blues, rock and roll, heavy metal, hip-hop, música country y canciones pop.

lunes, 27 de abril de 2009

Taller de improvisación y blues

A partir del mes de abril del año 2009 comenzó un taller de improvisación y blues abierto para músicos y estudiantes de todos los instrumentos. El mismo está orientado para todos los ejecutantes que quieran aprender a improvisar o mejorar sus habilidades, y si bien está orientado hacia el blues y el rock, es útil para músicos y estudiantes de cualquier estilo, ya que se tratan de manera práctica temas como acordes, escalas, tempo, swing, y fraseo, que son conceptos aplicables para cualquier género e instrumento.

Sábados 17 hs. en Atahualpa esq Sioux (barrio bosque Peralta Ramos)

Para informes comunicarse al tel (0223) 155-734699 o al mail sergiac@hotmail.com